Domingo, 8 de mayo de 2022. Plaza de toros de Valencia. Aceptable entrada en tarde espléndida de sol aunque de molesto viento. Erales de Aida Jovani, bien presentados y de juego manejable. Al sexto, Ladroncito,  se le premió con la vuelta al ruedo. Joan Marín. silencio. Sergio Sánchez, oreja. Ignacio Boney, silencio. Alberto Donaire, vuelta. Javier Aparicio, oreja. Miguel García El Potro, oreja. Entre las cuadrillas destacó la lidia de Juan Alberto Torrijos y con los palos brilló Simón Andreu. Presidió Pedro Madrigal.

Enrique Amat, Valencia 

Concluyó está miniferia con motivo de la festividad de la Virgen de los Desamparados. Ha sido muy loable la iniciativa de programar dos clases prácticas como complemento a la novillada picada.
Y lo cierto es que los tres festejos han ofrecido momentos de gran interés de un balance más que satisfactorio, tanto en lo ganadero como en lo referente a la actuación de los toreros. Ayer también hubo de todo un poco, como en botica.
Los erales de Aida Jovani, de buena presentación para este tipo de festejos, y de espectaculares pelajes, dieron un juego variado. Bonitas hechuras tuvo el primero, un eral cuyo juego resultó tan noble como manejable, si bien le faltó un tanto de transmisión y repetir sus embestidas. El precioso burraco segundo, un astado de preciosa capa y silleto, Luego no terminó de romper en la muleta. Parado, aplomado y sin emplearse, fue y vino sin más.
El negro tercero resultó un ejemplar temperamental, codicioso, exigente e incluso atosígante para su matador. El también burraco cuarto, más terciado, tuvo tranco de salida. Se dolió en banderillas pero luego metió la cara en los engaños humillando con son. Obedeciendo los toques y con fijeza. También merceció buena nota del quinto, manejable y pastueño , que se vino a las telas desde lejos con alegría y prontitud, y repitió sus embestidas incansable. Y el sardo sexto, Ladroncito de nombre, tuvo justas fuerzas, pero siempre estuvo pendiente de la muleta, a la que se arrancó con fijeza prontitud y alegría. Y metió la cara algo rebrincado pero siempre obediente y humillando.

Joan Marín, de la Escuela de Tauromaquia de Valencia, quien venía de triunfar en la feria de la Magdalena de Castellón, mostró su empacado concepto del toreo. Con todo, molestado por el viento, su trabajo, siempre bien concebido, no terminó  de tomar vuelo. Quizás faltó algo actitud y más convencimiento.

Sergio Sánchez, de la escuela taurina de Badajoz se mostró como un torero enterado y con oficio. Anduvo con seguridad y firmeza por la plaza, en un trabajo en el que estuvo por encima de las condiciones de su antagonista. Suelto y puesto, mostró buenas condiciones. Se pegó un arrimón en el epílogo de la faena y mató de una buena estocada.

Ignacio Boney, de la escuela taurina de Huesca, se vio muy exigido por su antagonista, que no paró  de embestir  y frente al cual anduvo tan voluntarioso y decidido como sin lograr sometimiento y comunión. Mató a la última.

Alberto Donaire, de la Escuela de Tauromaquia de Valencia, lanceó a la verónica  de salida con cadencia, templanza, ritmo, y ganando terreno en una serie de diez lances rematados con un excelente media verónica. Tuvo torería su apertura de faena genuflexa, para firmar luego un trabajo presidido por el sentido de la ligazón, de la colocación y de las distancias y en el que muleteó con ambas manos con templanza, expresión y buen concepto. Una espectacular voltereta no hizo mella en su decisión. No cortó orejas por su deficiente manejo de los aceros, pero firmó la mejor faena de la tarde.

Javier Aparicio, de la escuela taurina de Castellón, es un espigado espalda qué trata de hacer el toreo vertical. Tiene un buen concepto, aunque todavía se le vio muy en agraz y con escasa experiencia. Con todo, intercaló muletazos de gran impronta y expresión.

Miguel García El Potro, de la Escuela de Tauromaquia de Valencia, saludó con cuatro largas de rodillas a su antagonista. Luego firmó un trasteo entonado, en el que toreó por los dos pitones con sincera entrega e ilusionada ligazón. Aunque muy molestado por el viento, cumplió con creces.

Cronica de E. Amat

Fotografias de Mateo de Tauroimagenplus.com