Sábado, 9 de octubre de 2021. Plaza de toros de Requena. Tres cuartos de entrada en tarde agradable, soleada aunque con un molesto aire. Toros de Jandilla (1 y 3), Vegahermosa (2) y Núñez del Cuvillo, de correcta presentación y buen juego en general. José María Manzanares(corinto y oro), dos orejas y oreja. Roca Rey(catafalco y oro), dos orejas y dos orejas. José Ruiz Muñoz (verde agua y oro), oreja y vuelta. Entre las cuadrillas lució en la lidia y con los palos Daniel Duarte y en banderillas y el manejo de la puntilla Luis Blázquez. Presidió Pablo Martinez.
Enrique Amat, Requena
La plaza de toros de Requena abrió sus puertas el día de la Comunidad Valenciana para ser festejo de una corrida de toros con un excelente cartel. Un festejo organizado por Gregorio de Jesús al frente de la empresa Bous al Carrer junto con la ganadería Paco Martí, y en colaboración con el excelentísimo ayuntamiento de la ciudad. Tuvo mérito echarse para adelante para organizar este cartel de campanillas. Valor y afición. Pero tuvieron su recompensa.La tarde acompañó, lució el sol ye hizo una agradable temperatura, sin que faltase un molesto viento. El centenario coso requenense registró una gran entrada. Durante todo el día se había vivido un excelente ambiente en las calles de la ciudad, con mucha gente llegada de fuera llenando sus plazasy restaurantes.En este espectáculo se lidiaron dos toros de la ganadería de Jandilla, uno de Vegahermosa y otros tres de Núñez del Cuvillo. El primero de Jandilla, Engorroso de nombre, marcado con el numero 79, negro mulato, terciado y escaso de fuerzas., apenas recibió un refilonazo en el caballo. Tardeó en banderillas y escarbó más de la cuenta. Luego en la muleta también blandeó, y tendió a perder las manos, aunque tuvo un excelente fondo de nobleza y calidad. Fue pitado en el arrastre.
Salió con más brío él también negro segundo, que apenas recibió un picotazo en varas, pero luego se movió, repitió las embestidas con celo y lució por su fijeza, y su fondo de raza, siempre humillando y queriendo tomar las telas. Tuvo lustre el tercero, aunque exhibió unas muy escasas defensas. Escarbó de salida y tuvo justas fuerzas. Con todo, siempre metió la cara por abajo, humillando y obedeciendo, aunque echando las manos por delante.
El cuarto soltó la cara y asimismo echó las manos por delante renegando en el capote. y echó la cara arriba en banderillas, aunque tuvo tranco. Luego se movió, aunque sin demasiada entrega, algo rebrincado y con un molesto calamocheo, y sobrado de temperamento. El quinto, bajito y lustroso, bizco y muy justo por delante, apenas fue castigado en varas. Luego también quiso en embestir, pero algo brútote, con genio y aspereza. Y el que cerró plaza, acapachado y bajito, fue un toro excelente para el Torero. Noble, pastueño y obediente hasta decir basta.
José María Manzanares lanceó con expresión aunque muy movido a su primero. Torería y sabor tuvo la apertura de la faena, con doblones genuflexos con poderío y mando. Luego firmó un trabajo sobrado de expresión, enfibrado, en la que llevó largo a su oponente, ligando y sometiendo. Mató de una colosal estocada recibiendo.
Y su puesta en escena ante el cuarto, fuera de la rayas, estuvo presidida también por la apostura. Ligó los muletazos y trató de exprimir a su antagonista, que fue molesto y no le dejó terminar de estar a gusto. Mató de una estocada de efectos también contundentes.
Roca Rey acabó por someter a su primero, en una faena planteada en la boca de riego, en la que poco a poco fue metiendo en el canasto al toro, dejándole la muleta puesta, llevándole cosido en los vuelos, consintiendo y sometiéndolo, y firmando series ligadas con un palmo de terreno. Mató de una estocada baja con derrame.
Tuvo emoción su apertura de faena en el platillo al quinto, con pases cambiados por la espalda. Ligó por el pitón derecho, y le costó más por el izquierdo, por el que no llegó a acoplarse ante un toro que siempre quiso pero con aspereza y genio, y frente al que no acabó de verlo claro.
Josè Ruiz Muñoz, sobrino nieto de Curro Romero, vistió un precioso terno para el doctorado, en el que no faltó el toque de luto en recuerdo a Gonzalito. Lanceó con pinturería del buen aire al toro de la alternativa. Luego le firmó una faena compuesta, limpia, expresiva y de excelente concepto. Mató de media trasera que bastó.
Y ante al sexto se lució al llevarlo al caballo galleando y en un lucido quite que abrochó con una excelente media. Su labor muleteril tuvo aroma, sentimiento, expresión, cierto abandono y un sello muy personal. Un trasteo torero y sentido de gran nivel. Falló por las armas toricidas, pero el crédito ya se lo había abierto. Y con creces.
En este festejo debutó como aguacilillo Rocio Mir, hija del escultor de Meliana Rafa Mir, quien lució por una excelente monta.
Cronica de E. Amat
Fotografia de Mateo de Tauroimagenplus