Tarde de escaso contenido

Viernes 29 de septiembre. Plaza de toros de Algemesí. Lleno en tarde soleada y de mucho calor. Novillos de Fernando Guzmán, bien presentados y de juego deficiente. Alvaro Seseña (azul pavo y oro) saludos por su cuenta y silencio. García Pulido (blanco y plata), silencio y oreja. Hizo el paseillo como sobresaliente El Pijorro (morado y plata), atento en la lidia. Entre las cuadrillas destacó Víctor Martínez. Presidió Nacho Silvestre.

Enrique Amat, Algemesí

Continúa la ola de calor planeando sobre Algemesi. Y también la ola de deficiente juego de los astados que se están lidiando en esta feria. H el flojo nivel de la torería, salvo honrosas excepciones.

Los novillos de Fernando Guzmán, de procedencia Santacolomeña, hicieron gala de su encaste en las hechuras y en ocasiones en el comportamiento. El cárdeno primero, recortado y bien armado, no fue excesivamente picado en varas. Embistió con celo a la muleta, aunque sin acabar de entregarse y saliendo con la cara a media altura. Tampoco le ayudó mucho su matador.

El negro segundo, muy rematado, salió huido de su primer encuentro con el caballo. Se dejó pegar en el segundo y luego cantó y exhibió una exageradisima mansedumbre. También muy mando y desentendido el tercero, que no paró de huir y no pasó. Y el cárdeno cuarto, muy resentido por delante, perdió las manos y se derribó sobre el albero en repetidas ocasiones. Y, cuando pudo embestir, salió desentendido y suelto de los engaños.

Alvaro Seseña. hijo del que fuera matador de toros y banderillero Jose Luis Seseña, brindó la faena del primero al coletudo valenciano Tomas Sanchez. Lo intentó por los dos pitones, aunque escaso de convencimiento y sin terminar de creérselo. Y pinchó con los aceros. Y no se complicó la vida ni se puso de verdad ante el tercero, en un trasteo en el que ni novillo ni novillero quisieron pelea.

García Pulido. triunfador del Alfarero de Oro 2023, es un torero espigado quien no pasó de las probaturas ante manso primero.

Y tampoco tuvo demasiadas opciones ante el cierraplaza, ante el que, eso sí, resolvió a base de darse un arrimón, y pisar terrenos de compromiso. Se justificó con creces.

Cronica de Enrique Amat