Martes 27 de septiembre de 2022. Plaza de toros de Algemesi.Casi lleno en tarde soleada. Novillos de Coquilla de Sánchez Arjona  y un sobrero de Nazario Ibáñez (3 bis) bien presentados y de juego desigual. Nabil “El Moro” de la Escuela de Pamplona, (azul pastel y oro),  silencio tras dos avisos. Porta Miravé, de la Escuela de Huesca (siena y oro), bronca tras tres avisos. Manuel Román, de la Escuela de Córdoba (caña y azabache), silencio. Cristiano Torres, de la Escuela de Salamanca (rosa y plata), dos orejas. Borja Navarro, de la Escuela de Valencia (blanco y oro) palmas tras aviso. Presidió la concejal Carmina Borrás.

Enrique Amat, Algemesí

Se celebró la segunda novillada con participación  de los alumnos de la escuela de tauromaquia de Valencia. Por fin se ha instalado el buen tiempo, y fue un placer pasear por las calles de la ciudad. Luego fue un lujo compartir mesa y mantel con la queridísima peña Kasidebaes y disfrutar de la tertulia con los amigos. Y que un farmacéutico y bodeguero tan rutilante como Luis Corbi conociese de primera mano, la idiosincrasia de la ciudad y la maravillosa arquitectura de su plaza de toros.

Por la tarde, los tendidos del singular palenque. algemesinense se volvieron a llenar de un público entusiasta y con enormes deseos de pasarlo bien.

Los novillos de Coquilla de Sánchez Arjona  bien presentados, dieron un juego dedigual. Destacó por su juego el quinto.

El terciado primero no paró de embestir, tuvo fíjeza y obediencia a los toques y, con su punto de casta, sirvió. Muy encastado y repetidor el segundo, cuajado y simpático por delante, que no dejó de meter la cara, aunque sin dejar de exigir.

El sobrero lidiado en tercer lugar, de Nazario Ibañez, muy escurrido, se dolió en banderillas y no dejó de huir y mansear durante toda su lidia. El cuarto, manso y agarrado al piso, no pasó y soltó la cara, siempre a la defensiva. Un regalo.

Y el negro quinto repitió las embestidas y tuvo celo aunque cierta aspereza. Exhibió mucha transmisión, casta y movilidad. Un astado de nota.

Nabil “El Moro” quien venia de ser proclamado triunfador del Racimo de Oro de Aldeanueva de Ebro, se mostró como un torero que conoce la profesión. Rústico en sus formas y escaso de valor, su labor, escasa de relieve, no llegó a tomar vuelo.

Porta Miravé, de la Escuela de Huesca, plantó cara con disposición al segundo, en un trabajo afanoso y tesonero que no tuvo trascendencia. Mató a la última y acabó escuchando los tres avisos.

Manuel Román, de la Escuela de Córdoba, tiró líneas en el tercero, y a pesar de la mansedumbre de su oponente, no fue capaz ni de ponerse ni una vez de verdad ni de quedarse quieto. Se limitó a tirar líneas entre la desconfianza y la displicencia.

Cristiano Torres, de la Escuela de Salamanca, fue aparatosamente cogido en el prólogo de la faena. El chaval se mostró esforzado y tesonero ante un novillo que no le dió opciones y frente al que no se aburrió.Se justificó con creces y mató de una buena estocada. Fue premiado con largueza.

Borja Navarro, de la Escuela de Valencia, lanceó con compostura y abrió su trasteo genuflexo. Su faena, ligada y comunicativa, tuvo tanta ligazón como carencia de reposo. Mató a la última.

Cronica de E. Amat

Fotografias de Mateo de Tauroimagenplus.com