Domingo 25 de septiembre de 2022. Plaza de toros de Algemesi.Casi lleno mañana entoldada. Novillos de Nazario Ibáñez, bien presentados y de juego más que notable. Miguel García, dos orejas. Álvaro Cerezos, dos orejas. Simón Andreu, dos orejas y rabo. Emilio Miranda, oreja. Bruno Gimeno, dos orejas.Entre las cuadrillas destacó con los palos Alberto Donaire y la templada lidia de Juan Alberto Torrijos. Presidió José Luis Izquierdo de la peña Sukala.
Enrique Amat, Algemesí
Tras el festejo inaugural del sábado, la mañana del domingo se dedicó a la celebración de una clase práctica con participación de los alumnos de la escuela de tauromaquia de Valencia. En liza estaba el trofeo instituido por la Federación taurina Valenciana. El festejo comenzó con una hora de retraso ya que no llegó la UVI móvil a tiempo.
Los tendidos del singular palenque algemesinense registraron una media entrada ante lo atípico de la hora.
Los erales de Nazario Ibáñez estuvieron bien presentados y dieron un excelente juego .El burraco primero tuvo la virtud de la fijeza, de estar siempre pendiente del torero, de obedecer a los toques y embestir humillándo y repitiendo incansable. Mas terciado el segundo, que también tuvo las virtudes de la fijeza, la obediencia a los toques y la repetición en los embestidas, aunque le faltó un punto de poder.
Más serio y cuajado el tercero, que también tuvo fijeza y templanza, aunque su comportamiento, más de novillo, hizo que hubiera que sacarle los muletazos uno a uno. Vareado y más descarado de pitones el cuarto, quien asimismo tuvo la virtud de repetir las embestidas, meter la cara y humillar. Y el castaño quinto, cuajado y muy simpático por delante, también galopó y transmitió en sus embestidas.
Miguel García firmó una faena presidida por la voluntad, y en la que ligó los muletazos con facilidad en un trabajo de buen concepto. Mato de un pinchazo y una estocada.
Álvaro Cerezos, muy bien, vestido de torero, lanceó con gusto y cadencia. Luego, con la muleta, firmó un trabajo presidido por el buen gusto y la compostura. Todavía muy nuevo, pero tiene las virtudes de la firma, la personalidad, el sello y la expresión. Firmó los mejores muletazos de la mañana.
Simón Andreu lanceó con vistosidad y pareó con espectacularidad y acierto. El torero de Chiva brindó a Leandro Martínez, tío de Enrique Ponce. Muleteó con soltura en una labor entonada y voluntariosa.
Emilio Miranda mostró un buen sentido de la ligazón, firmeza y asentamiento de plantas. A pesar de lo nuevo que está, tiene frescura y recursos.
Bruno Gimeno se fue a la puerta de chiqueros a saludar a su antagonista. Luego le dio una larga cambiada de rodillas y otra por faroles. Lanceó con espectacularidad y luego banderilleó con acierto, clavando reunido y arriba. Fue aparatosamente, volteado por fortuna, sin consecuencias. Brindó la faena a Javier Suñer, quien fuera novillero local. Entrega, ganas de ser, disposición, comunicación con el público, recursos, raza y vistosidad fueron los ingredientes de un trabajo que llegó mucho a los tendidos. Fue aparatosamente volteado al entrar a matar, y le costó el mundo acabar con el astado, pero dejó impronta de sus ganas de ser torero.
Cronica de E. Amat
Fotografias de Mateo de Tauroimagenplus.com