Domingo 24 de septiembre de 2023. Plaza de toros de Algemesí. Media entrada en mañana soleada. Novillos de El Cotillo, justamente presentados, mansitos y desfondados. Marco Polope, oreja. Borja Navarro, oreja. Simón Andreu, dos orejas. Bruno Gimeno, dos orejas. Luis Pizarro, oreja. Entre las cuadrillas lució con los palos toda la mañana Hugo Masiá. Daniel Artazo hizo un lucido quite. Presidió José Izquierdo.

Enrique Amat, Algemesí

 Tuvo lugar, en la plaza de toros de Algemesí, la celebración del II Certamen Federación Taurina Valenciana. Fue con motivo del festejo matinal que se anunciaba dentro de la feria algemesinense. Una clase práctica en la que se lidiaron erales de El Cotillo para un quinteto formado por los alumnos de la escuela de tauromaquia de Valencia Marco Polope, Borja Navarro, Simón Andreu, Bruno Gimeno y Luis Pizarro.

Un festejo de promoción que ya alcanzaba su segunda edición y que ofrecía la oportunidad para que los más jóvenes desarrollarse sus aptitudes en una feria tan importante como la de Algemesi. Aparte de las seis novilladas picadas, hasta dos sin picadores y esta clase práctica con participación de alumnos de las escuelas taurina, suponen todo un impulso a la promoción de la fiesta de los toros, en la que es la feria de novilladas más importante de la geografía española.

Los novillos de El Cotillo sustituyeron a los inicialmente previstos de Nazario Ibáñez. Con suficiente plaza y presencia el que abrió plaza, que se desplazó con buen son por el pitón derecho. Tuvo las virtudes de la fijeza y la obediencia, aunque por el pitón izquierdo no admitía ni un muletazo. Y acabo rajándose y buscando el abrigo de chiqueros. Mas terciado el castaño segundo, muy codicioso en el capote. Fue y vino, aunque con tanta nobleza, como escasez de fuerzas, El, también castaño tercero, más estrecho, resultó incómodo por su desordenada, vestida, y escasez de fuerzas. Y porque cada vez que se lo obligaba, perdía las manos. El colorado lombardo, ojo de perdiz y bociblanco cuarto, que manseó más de la cuenta, y tuvo una muy acusada herencia hacia los adentros. Claudicante y escaso de fondo. Y el negro que cerró, Plaza tuvo ya de salida una acusadísima querencia a las tablas. Con todo, resultó bonancible y se medio dejó.

A pesar de este deficiente material, los alumnos estuvieron a la altura de las circunstancias.

Marco Polope saludó con dos largas de rodillas en el tercio al que abrió plaza. Luego muleteó con expresión y sentido de la ligazón en una faena en la que sobresalió al muletear por el pitón derecho.

Borja Navarro, lanceó con buen aire. Orden, ortodoxia, buen concepto y limpieza, fueron los ingredientes de su labor con la muleta.

Simón Andreu, asimismo, dio dos largas cambiadas a su antagonista. Banderilleó con espectacularidad y brindó la muerte de su novillo, al que fuera torero local Salvador Pujol. Tuvo la virtud de solventar las dificultades de su oponente, deslucido, incómodo, y de mitad de trasteo para adelante, le cogió las inercias y las distancias y pudo sacarle muletazos de mérito.

Bruno Gimeno, se fue a la puerta de chiqueros a saludar a su antagonista a porta gayola. Luego le dio hasta cuatro largas cambiadas Iván dirigió con tanto acierto y espectacularidad, compartiendo tercio con el torero local Hugo Masiá. Luego anduvo por La Plaza y en la cara del novillo con solvencia, sobrado de sitio, y mostrando que es un torero que está preparado para mayores empresas. Si la cabeza y a base de recursos y técnicas, anduvo muy por encima del astado que le cupo en suerte.

Luis Pizarro también se fue a saludar a porta gayola al cierra plaza. Todavía muy nuevo, sin embargo, fue capaz de muletear con cierta expresión, buen concepto y apuntes de interés. Mató de una buena estocada.

Cronica de Enrique Amat

Fotografia de Mateo de Tauroimagenplus.com

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