Martes 29 de julio de 2021. Plaza de toros de Castellón. Más de tres cuartos del aforo cubierto en tarde espléndida. Toros de Eduardo Miura, sobrados de cuajo y de presencia, bien muy bien presentados y en general manejables. Rafaelillo (grana y oro), oreja y oreja. Paco Ramos (grana y oro), oreja y vuelta.Ruben Pinar (barquillo y oro), oreja y palmas. Entre las cuadrillas saludaron tras banderillear Diego Valladar y Jose Ibañez y lidió con gran templanza David Esteve al segundo. Y José Luis López saludó otras parear al cuarto. Presidió Vicente Oliver. Pesos de los toros por orden de lidia: 649, 634, 671, 637, 698 y 604 kilos. 
Concluyó la feria de la Magdalena de Castellón con la lidia del encierro del tradicional hierro de Miura. Un espectáculo que congregó un gran número de aficionados a los tendidos del coso de Pérez Galdós. La gente tenía ganas de toros y quería aprovechar esta semana taurina que ha planeado la empresa. 
Una iniciativa, esta feria de cine, que ha tenido gran aceptación del público. Y que hay que aplaudir a la empresa del coso castellonense. Por su valentía a la hora de plantearla. A pesar de la situación de la pandemia, y de estar fuera de feria, y en unas fechas que no eran las mejores en Castellón, la empresa hizo un esfuerzo que hay que alabar y que habrá que recompensar en el futuro. Una siembra que habrá que recoger.
Para el aficionado fue un lujo y un privilegio estar en Castellón, compartir mesa y mantel con buenos aficionados como Amadeo Pitarch y disfrutar de una sobremesa que incluso se hizo corta, a pesar de lo tardío de la hora del comienzo del festejo. 
Y es que hay ganas de toros, de tertulia y de reencontrarse con los amigos después de tantos meses de confinamiento e inactividad.
El encierro de Miura estuvo sobrado de kilos, todos von cinco años y pasados de los 600 kilos y que de un juego más que interesante.
El largo y agalgado primero metió los riñones en el caballo aunque se salió suelto. Distraído de salida, no obstante embistió a la muleta con cierta nobleza y desplazándose por los dos pitones. Fue aplaudido en el arrastre. El cárdeno segundo también metió  los riñones en varas, aunque se salió un suelto de los dos encuentros. Aunque fue y vino a su aire, y con tendencia a salir suelto y no paró de mirar, sirvió para su matador. También fue aplaudido cuando se lo llevaba el tiro de mulillas al desolladero.
El tercero asimismo se fue con alegría al caballo y metió los riñones con bravura. Luego desarrolló algo de sentido en banderillas, si bien galopó y túvo tranco en banderilleras. Y también fue y vino, bonancible aunque sin regalar ninguna embestida en el tercio final. Como sushermanos, ñ fue aplaudido en el arrastre.
El grandon cuarto salió de chiqueros enterándose, echando las manos por delante y quedándose debajo de las telas. Metió los riñones en el caballo. Y luego llegó a la muleta desarrollando sentido, cortando las embestidas, quedándose debajo de las telas y sin pasar. Un regalo.
Muy aplaudido de salida el sardo quinto, un ejemplar al que le faltaban dos kilos para los 700. Se fue al caballo con alegría en dos entradas, si bien luego llegó al tercio final cortando los viajes, muy parado y a la defensiva. Silleto, largo y muy serio por delante el cierra plaza, que como sus hermanos fue más que cumplidor en el caballo. Luego no terminó de emplearse en la muleta,
RafaelIllo saludó con una larga cambiada a su primero, al que lidió con soltura y profesionalidad, en un trabajo de toreeo puesto, con zarpas y conocimiento de la profesión. Le supo buscar las vueltas a su oponente y lo despenó de un certero espadazo de efectos contundentes.
Brindó la muerte del cuarto a Vicente Ruiz el Soro, quien interpretó de nuevo una sentida diana floreada antes de comenzar la faena.Luego plantó cara con gallardía y decisión ante su complicado cuarto, en un trabajo de torero dispuesto, sobre las piernas y en el que supo resolver la papeleta base de recursos, decisión y conocimiento de la profesión. Una labor de torero listo, dispuesto y puesto. Mató de media lagartijera y un descabello.
El castellonense Paco Ramos, también anduvo a la altura de su oponente. A pesar de lo poco que torea, plantó cara con disposición y profesionalidad a su primero, en una labor de buen corte por los dos pitones, en la que supo encontrar el sitio y la distancia de su antagonista, al que mató de una estocada de efectos contundentes.
Luego lo intento con sinceridad y esfuerzo por los dos pitones ante el quinto, un astado muy aplomado y parado y a la defensiva que no le dió opciones.
Ruben Pinar anduvo sobrado de oficio, puesto, suelto y seguro ante su primero, en un trasteo profesional en el que a base de recursos supo exprimir las embestidas de su oponente, en una labor suficiente que tuvo remate con los aceros con una estocada algo desprendida al segundo intento que despenó a su oponente con efectos fulminantes.
Y lo intentó con voluntad y tesón ante el que cerró plaza, en una labor esforzada y tesonera que no terminó de coger vuelo.

Cronica de E, Amat

Fotografias de Mateo de Tauroimagenplus