Domingo, 27 de febrero de 2022. Plaza de toros  de Requena. Floja entrada en tarde fría. Cuatro astados de Juan Tassara Buiza, de correcta presentación y buen juego. Juan José Luengo El Cubero, de Zaragoza, (morado y oro), silencio tras dos avisos y silencio. Abraham Segura, de Alicante, (azul pavo y oro), vuelta tras dos avisos y tres avisos. Como sobresaliente hizo el paseíllo Carlos Gil Riberita de Cobo, de Zaragoza (espuma de mar y oro), oportuno en quites. Presidió Pablo Martínez. Entre las cuadrillas sobresalieron José Casanova, Carlos Casanova y Alfredo Cervantes.
Enrique Amat, Requena

La temporada taurina en la Comunidad Valenciana comenzó en la plaza de toros de Requena. El centenario coso fue escenario de una novillada sin picadores organizada por Gregorio de Jesús al frente de la empresa Bous al Carrer, con  el que comenzaron los festejos en esta zona.
A pesar de la tarde invernal, con un frío polar, el cielo cubierto y un ambiente muy desapacible, se echó para adelante con el festejo. Siempre es estimulante presenciar este tipo de festejos, con aspirantes que quieren desarrollar una carrera en esta profesión. Y es interesante comprobar  si la cantera tiene repuesto. Para los aficionados y visitantes, pocos a decir verdad, fue un placer poder pasear por las calles de la ciudad después de tanto tiempo, compartir mesa y mantel con amigos y buenos aficionados y luego ir al coso a volver a presenciar un festejo.
Se lidiaron cuatro astados de Juan Tassara Buiza. Poco se pudo ver del que abrió plaza, ante la inhibición de su matador. Abanto de salida y huido el segundo, que en el tercio final siempre fue para adelante, y queriendo embestir. También se dejó  el tercero, pero ante la inhibición de su matador tampoco se le pudo acabar de ver. Y el cuarto resultó bonancible, aunque algo resentido de los cuartos traseros
Por delante actuó Juan José Luengo El Cubero, de Zaragoza. Un ya talludito espada, escaso de valor y más escaso todavía de recursos y de afición. Por ahí anduvo ante su primero, en una labor movida, escasa de convencimiento y en la que estuvo a la deriva. Breve labor eso sí, que abrochó de  un pinchazo, un bajonazo, otros tres pinchazos de los que salió siempre de najas y corriendo despavorido, otra estocada y tres descabellos.
Y un notable petardo dió antes el tercero, en una labor movida, en la que se le volvió a ver afligido y despavorido, y en la que tomó con afán el olivo y salió huyendo a la mínima.  Una actuación impropia de quien quiere ser torero
Por su parte, Abraham Segura, de Alicante, ligó con facilidad en el segundo, en un trabajo con cierta  expresión, y de comunicación con los tendidos, en el que supo exprimir las condiciones de su oponente. Luego mató de seis pinchazos, media lagartijera y varios golpes de descabello.
Y también anduvo afanoso ante el cuarto, en un trabajo pinturero, en el que por lo menos mostró buena disposición, ligando los muletazos con voluntad y facilidad. Eso sí, falló con las armas toricidas. Sonaron los tres avisos y el novillo tuvo que ser finalmente apuntillado por el subalterno Alfredo Cervantes.

Cronica E. Amat

Fotografias de P. Mateo de Tauroimagenplus