Sábado 30 de septiembre de 2023. Plaza de toros de Algemesí. Llenazo en tarde soleada y de mucho calor. Novillos de Victoriano del Río y Toros de Cortes (2), justamente presentados, simpáticos por delante y de juego manejable. Nobles, aunque escasos de raza y fondo. Marcos Linares  (azul y oro), oreja y  dos vueltas por su cuenta. Nek Romero  (azul y azabache, oreja y silencio. Hizo el paseillo como sobresaliente El Pijorro  (morado y plata),  Entre las cuadrillas destacaron las lidias  de Víctor del Amo y Joselito Rus. Presidió Rafa Lluch.

Enrique Amat, Algemesí 

Era el día grande de la feria. El festejo que había despertado más expectación dentro del abono. Calor y color en la calle y en la plaza. Con la semana concluyendo y la gente con unas tremendas ganas de pasarlo bien. Y la llamada de la presencia del ídolo local, Nek Romero en el cartel.

Daba gusto ver el ambiente en las calles, en las plazas, el colorido, y la gran cantidad de gente joven alrededor de la fiesta de los toros en Algemesi. Y los tendidos llenos de aficionados. Luego, el que embistan los toros, o que los toreros estén mejor o peor, es algo que no se puede prever. Como sucedió ayer. El hombre y en este caso, los taurinos proponen, y el toro dispone, Y lo que iba para hacer un festejo apoteósico, quedó en un triste estrambote final.

Con todo, el planteamiento de la feria era impecable. Y además este año el sol no ha querido perderse ningún festejo, y solo hizo acto de presencia la lluvia días antes de la feria, cuando todavía se estaban montando los cadafales. Pero luego, lo cierto es que el balance del serial ha dejado mucho que desear.

Se anunciaba la lidia de  novillos de Victoriano del Río. Una de las ganaderías punteras del escalafón. Y una de las pocas  cuyos criadores han tenido el acierto de saber lograr un sabio equilibrio entre la nobleza y la bravura. Toros que son buenos para el torero  pero que también interesan a los aficionados. Un cóctel que no es fácil de conseguir. Un maridaje difícil, pero que ellos lo han sabido hacer real. Pero en Algemesi, no estuvieron a la altura.

Justo de presencia el que abrió plaza, que fue y vino por ahí, sin emplearse en exceso, pero sirviendo. También terciado el segundo, que se desplazó, pero escaso de raza y de poder. Manejable, pero justo de bravura y emoción. También presentado sin exageraciones el delantero tercero, poco picado y que perdió las manos muy  derrengado tras la salida del primer encuentro con las plazas montadas. También se desplazó, aunque ayuno  de poder, con nobleza, pero sin entrega y saliendo siempre con la cara por encima del estaquillador  y buscando la huida. Y el castaño cuarto, escurrido y sin  fondo bi fuerzas, apenas recibió en el caballo un picotazo que no servía ni para hacer un análisis. Luego no tuvo nada de fuerza y siempre se quiso ir. Inválido y derrengado,  provocó el enfado en los tendidos.

 Marcos Linares, novillero de Linares cuya alternativa está anunciada para la próxima feria de San Lucas de Jaen, se mostró como un torero  enterado y con oficio. Sobrado de recursos y de zarpas,  muleteó con facilidad, aunque cierta superficialidad en una labor entonada y bien resuelta. Y también se le vio con desparpajo, oficio y sentido de la ligazón ante el tercero, en una labor de más forma que fondo mal rematada con los aceros. Luego se dió dos vueltas por su cuenta sin motivo ninguno. Ya bajará al planeta tierra el día de alternativa.

 Nek Romero  muleteó con suficiencia y solvencia a su primero, un novillo de poco relieve pero que aún así,  por perderle el respeto, volteo a su  matador y le rompió la taleguilla. Faena de torero puesto, pero que necesitaba algo más delante. 

Y no tuvo opciones ante el inválido cuarto, que aún asi le pegó otra seria voltereta. Desanimado y confuso, se le vio decepcionado.

Luego vino el estrambote de la petición del sobrero. El público no paró de pedirlo durante la lidia. Luego, entre bambalinas, entre unos y otros no se pusieron de acuerdo. Y el usia, sin comerlo, ni beberlo, y sin tener vela en todo aquello, fue el que acabó pagando el pato. Le gritaron, pero él no tenía nada que ver. Y todos a casa. En lugar de  apoteosis, decepción. Pero así es la fiesta. Siempre nos quedará París.

Crinica de Enrique Amat

Fotografias de Mateo de Tauroimagenplus.com

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