Jueves, 24 de junio de 2021. Plaza de toros de Castellón. Media entrada dentro de la foro permitido en tarde veraniega. Toros de Adolfo Martin. Desiguales de presentación y juego en general tan noble como desfondado. La excepción fue el tercero, Tomatillo, al que se premió con la vuelta al ruedo. Y un sobrero de Las Ramblas (4º bis), grandón y sin clase. Daniel Luque (negro y oro), palmas, dos orejas y silencio. Emilio de Justo (burdeos y oro), saludos, palmas y silencio. Sobresaliente: Álvaro de la Calle (rosa y oro), atento a la lidia. Entre las cuadrillas Saludaron José Chacón, Juan Contreras y Alberto Zayas. Presidió: Antonio Aguilar. Pesos de los toros por orden de lidia: 513, 533, 502, 491, 588 (4 bis), 507 y 529 kilos.
La primera corrida de toros programada dentro de esta denominada Feria de Cine de Castellón contó con una aceptable presencia de aficionados. Después de un año y medio ayuno de festejos debido a la pandemia, todo volvió por donde solía. Una buena noticia digna de celebrar. La empresa de la plaza de toros de Castellón ha hecho un esfuerzo al programar una semana entera de toros a pesar de las circunstancias, la pandemia y el estar fuera de feria. Un gesto merecedor de aplauso.
Este primer plato torista de la feria consistía la lidia de un encierro de Adolfo Martín, que con la excepción del tercero, no terminó de responder. Cárdeno claro, muy vareado y abierto de cuerna fue el que abrió plaza. Blandeó de salida y echó las manos por delante. Tuvo la virtud de humillar, aunque anduvo tan escaso de raza como de fuerza y acabó por aburrirse.
Cárdeno también el segundo, más recogido de cuerna, y que tuvo un buen fondo. Obedeció los toques y se desplazó aunque escaso de celo. Muy chico también el tercero, que se tapaba por la cara. Con todo, humilló y metió la cara de salida, se arrancó el caballo de largo y embistió largo, con tranco y alegría en banderillas. Y llegó al tercio final metiendo la cara por abajo, con bravura, celo y transmisión. Un ejemplar de nota al que se le premió con una merecida vuelta al ruedo.
El cuarto fue un ejemplar irrelevante, extremadamente falto de trapío, que no se tenía en pie. El presidente lo devolvió después de que le colocasen dos pares de banderillas. El sobrero de las Ramblas, grandote, alto, lombardo y bociblanco, renegó y protestó en el caballo, saliéndose suelto y repuchàndose. Nobló, sin clase y chochón, fue un toro fácilon que no se quiso comer a nadie.
Tampoco tenía mucho trapio el quinto, que se dejó pegar en el caballo y cortó en banderillas. Luego en la muleta no sé empleo, y muy desentendido, se aplomó y que se defendió más de la cuenta. Más hecho el cierra plaza, abierto de cuerna que salió abanto de chiqueros. Huido y distraído, aceptó no obstante un fuerte castigo en varas. En el último tercio se quedó corto y buscó debajo de las telas, no pasó y no se empleó en ningún momento.
Daniel Luque muleteó con limpieza, templanza y buen aire a su irrelevante primero, en un trabajo de buen trazo que no acabó de tomar vuelo y en el que tiró las cartas pronto con la mano izquierda. Mató a la última.
Excepcional tercio de banderillas firmaron en el tercero tanto Juan Contreras y Alberto Zayas, así como José Chacón, que lidió con templanza y magisterio, todo ello después de un emotivo tercio de varas. Los tres fueron obligados a desmonterarse. La ligazón y la intensidad fueron los ingredientes y las virtudes de la faena del sevillano al tercero. Una labor vibrante, en la que ligó los muletazos en series largas y de sometimiento, de torero seguro y fresco de ideas, en sazón, aunque por momentos pareció que el astado le ganase la partida por el pitón izquierdo.Y porfió con pocas opciones ante el parado quinto, ante el que acabó por abreviar.
Emilio de Justo también muleteó intentando hacer las cosas bien, aunque siempre algo hilo y sin terminar de ponerse en el sitio al segundo. Hubo más compostura que toreo en una labor de buen corte en la que sobresalieron los pases de pecho sacándose al toro por la hombrera. Lo mejor fue el colofón con las armas toricidas. Entró a matar despacio, haciendo bien la suerte, dejándose ver y recetando una estocada arriba de la que rodó sin puntilla su antagonista. Un momento para el recuerdo.
Firmó un ajustadísimo quite por chicuelinas al cuarto, ante el que asimismo anduvo despegadillo y no del todo convencido, pareciendo no acabar de estar a gusto en la cara del toro. Aun asi, firmó muletazos de excelente trazo. Y no pudo más que intentar una empacada lidia ante el que cerró plaza, que ni pasó ni dió opciones.
Cronica de .Enrique Amat
Fotografias de Mateo de Tauroimagenplus