Sábado, 30 de abril de 2022. Plaza de toros de Bocairent. Media entrada en tarde agradable. Novillos de Daniel Ramos, bien presentados y de notable juego. Al cuarto, Borracho de nombre, se le premió con la vuelta al ruedo. Y también al sexto, de nombre Sobornante. Juan Alberto Torrijos, oreja. Álvaro Cerezo, oreja. Aaron Palacio, de la Escuela Mar de Nubes de Zaragoza, saludos. Bruno Gimeno,dos orejas y rabo. Alejandro González, de la Escuela de Albacete, dos orejas. Emilio Miranda, dos orejas y rabo. Presidió Mari Luz Pascual. Entre las cuadrillas destacaron por su oportunidad en la lidia Borja Navarro, con los palos Alberto Donaire y con la puntilla Raúl Navarro. Enrique Amat, Valencia La plaza de toros de Bocairent está empeñada en convertirse en la auténtica referencia de la tauromaquia en la provincia de Valencia. Ya el año pasado fue el coso que ofreció una mayor actividad, y este año lleva camino de lo mismo. El entusiasmo de los aficionados locales y las peñas taurinas de la ciudad hacen posible este pequeño gran milagro. Una plaza que no solo se ha convertido en un auténtico museo, sino también en un recinto en el que la actividad es frecuente. Este año se programan tres corridas de toros, y de momento dos novilladas sin picadores con alumnos de las escuelas de tauromaquia. Y lo que pueda venir.
Los erales del ganadero castellonense Daniel Ramos dieron un juego notable. Largo y silleto el primero, que embistió encastado y repetidor. Siempre muy pendiente del torero, obedeció a los cites y tuvo un largo recorrido aunque tendió a soltar la cara. Se desplazó con son, calidad y fijeza el segundo, que dio un excelente juego. El colorado ojo de perdiz tercero también tuvo transmisión y su fondo de casta. Fue y vino y no planteó problemas a su matador.El castaño cuarto tuvo prontitud, fijeza y siempre obedeció los toques. El playero y también castaño quinto tuvo mucha templanza, humillación y obediencia. Exhibió una embestida más seria, ordenada y más propia de un utrero, y dio un excelente juego, Y el cierra plaza, castaño y bociblanco y también hijo del famoso semental Cortesano, al igual que el cuarto, repitió incansable las embestidas, con fijeza y prontitud.
Juan Alberto Torrijos, de la Escuela de Tauromaquia de Valencia, se mostró un torero con oficio y sentido de la ligazón. Muleteó por los dos pitones con soltura , en un trabajo suelto y puesto que remató de una gran estocada, de la que salió volteado.
Álvaro Cerezo, de la Escuela de Tauromaquia de Valencia, a pesar de su bisoñez, plantó cara con dignidad, sinceridad y esfuerzo a su encastado oponente, al que consiguió robarle muletazos en una labor cumplidora y de buen corte que remato de una media de lagartijera de efectos contundentes.
Aaron Palacios, de la Escuela Mar de Nubes de Zaragoza, y ganador del certamen organizado que lleva el nombre de El Inclusero, es torero de firmeza, valor de fondo y asentamiento de plantas. El prólogo de su faena con las dos rodillas en tierra tuvo impronta. Y luego muleteó con sentido de la ligazón y templanza. Su trasteo tuvo siempre dominio de la situación, gusto y cadencia. Una faena muy entonada y con sello. Falló con las armas toricidas.
Bruno Gimeno, de la Escuela de Tauromaquia de Valencia, se fue a la puerta de chiqueros a saludar a porta gayola a su antagonista. Banderilleó con entusiasmo y espectacularidad aunque desigual fortuna, y luego firmó una faena variada, con recursos y sentido de la ligazón, que tuvo mucha conexión con los tendidos.Alejandro González, de la Escuela de Albacete, es hijo del que fue excelente banderillero Gonzalo González. Se mostró como un torero profesional, puesto y con sobrados conocimientos. Pisó la plaza con aplomo y sitio logrando una faena maciza y muy rematada.
Y cerraba el sexteto Emilio Miranda, de la Escuela de Tauromaquia de Valencia. Torero perteneciente a una legendaria saga de empresarios y apoderados taurinos, brindó a Manolo Carrion la muerte de su antagonista. Desparpajo, sinceridad, candor y frescura tuvo una labor en la que mostró y apuntó unas notables y esperanzadoras condiciones, a pesar de su todavía escasa experiencia. Labor de no muy largo metraje pero sobrada de mensaje que remató de una estocada al encuentro.
Cronica de E. Amat.
Fotografias de Mateo de Tauroimagenplus














