Miercoles 28 de septiembre de 2022. Quonta de feria. Plaza de toros de Algemesi. Lleno en tarde entoldada. Novillos de Talavante, bien presentados y sobrados de cuajo y plaza aunque, muy desfondados, no anduvieron sobrados de raza. Victor Hernandez (rosa pálido y oro), saludos y oreja. Javier Camps (blanco y plata) silencio y silencio tras dos avisos. Actuó como sobresaliente Sergio Salas El Pijorro (malva y plata). Entre las cuadrillas hizo un buen quite de peligro Maestro de los Ríos en el primero Marcos Prieto saludo tras banderillear al tercero y Sergio Perez hizo lo propio en el cuarto. Presidió Hector del Olmo, de la comisión taurina.
Enrique Amat, Algemesí
Después de las dos novilladas de las escuelas de tauromaquia, retornaron los festejos picados a la setmana de bous de Algemesí. El coso, como suele ser habitual, se volvió a llenar de un público entusiasta y con enormes deseos de pasarlo bien.
Los novillos propiedad de Talavante bien presentados y algunos con cuajo de toros, dio escaso juego.
Presencia y volumen tenía el que abrió plaza, al que se le pegó fuerte en el caballo. Tuvo un fondo de nobleza pero, muy apagado, le costó mucho embestir y tendió a salirse suelto de los embroques. Muy musculoso y con arrobas el castaño segundo, que humilló de salida. Luego, se paró enseguida, escarbó y se lo pensó mucho. Le costó tirar para adelante y su comportamiento, escaso de poder y raza, resultó tan aborregado como tontorrón.
Asimismo, tuvo mucho volumen y romana el tercero, que ya escarbó de salida, y echó las manos por delante en el capote. Luego en el tercio final siempre quiso, repitió las embestidas y metió la cara, aunque con cierta tendencia a soltar la cara y a defenderse.
Y el cuarto, más bajito y descarado de cuerna, renegó en el caballo en el que empujó con un solo pitón. No dejo de corretear buscando la salida en el tercio de banderillas, haciendo su lidia laboriosa. Y sin dejar de huir, fue y vino en el tercio final, huyendo, pero también tragándose todos los muletazos.
Victor Hernandez es uno de los líderes del escalafón novilleril, quien venía avalado por éxitos en muchas plazas, Madrid entre ellas. Por esta zona ya se le había visto torear en plazas como Requena y Bocairent. Se mostró como un torero enterado y con oficio. Con todo, su trabajo al que abrió plaza no tuvo conjunción ni estructura, en una labor en la que lo intentó, pero con escaso convencimiento. Mató de una estocada baja y trasera.
Y anduvo con oficio, profesional, llevando a su antagonista embebido en los vuelos de la muleta en el tercero, en una labor en la que brilló al torear al natural. Faena cumplidora, que remató de una estocada trasera y caída.
Por su parte Javier Camps, uno de los más destacados alumnos de la escuela de tauromaquia de Valencia, hacía su debut con picadores en este festejo. Brindó la muerte del novillo del debut a Toni Gazquez, al que luego le firmó una faena, limpia, templada, compuesta y de buen concepto. Faltó un poco más de pasión en su quehacer y mató de una estocada defectuosa.
En su trasteo al cuarto también anduvo por la línea de la ortodoxia y la expresión ante un animal que no dejo de huir hasta de su sombra, pero supo aprovechar sus escasas embestidas para firmar muletazos de buen corte. Mató de dos estocadas muy traseras y defectuosas.
Cronica de E. Amat
Fotografias de Mateo de Tauroimagenplus.com









