Lunes 26 de septiembre de 2022. Plaza de toros de Algemesi.Casi lleno en tarde nublada. Erales de El Tajo y la Reina, bien presentados y de juego desigual. Clemente Hargous, de la Escuela de Nimes (tabaco y oro), vuelta por su cuenta tras aviso.  Oscar Da Silva de Escuela de Toledo (añil y oro), silencio tras aviso. Alejandro Chicharro de la Escuela de Colmenar (celeste y oro), oreja. Marco Polope, de la Escuela de Valencia (grana y oro), saludos. Abel Rodríguez, de la Escuela de Castellón ( nazareno y oro) palmas tras dos avisos. Entre las cuadrillas puso un buen par David Esteve. Y Ruben Garcia y Sergio Perez estuvieron providenciales en sendos quites. Presidió Francisco Rubio.

Enrique Amat, Algemesí

Tuvo lugar la primera de las dos novilladas sin picadores con participación de los alumnos de la escuela de tauromaquia de Valencia y otros centros.

Los tendidos del singular palenque algemesinense no se llenaron, ya que algunos cadafales están ocupados por estudiantes a los que no se les ha dado vacaciones. En algunas fases del festejo, el público gritó aquello de: “No volem escola”. Y es que la decisión de no dar vacaciones estos días de feria por parte de los centros de enseñanza pública está siendo más que discutida en Algemesi. A las otras escuelas, las taurinas, si que fueron a verlas con ilusion.

.Los novillos de El Tajo y la Reina, bien presentados y variados de pelaje, dieron un juego desigual. Abrió plaza Resabido, un ejemplar colorado ojo de perdiz de suficiente cuajo, que repitió incansable las embestidas, encastado y con mucha movilidad y fijeza. Más escurrido y con poco cuajo el negro segundo, muy parado y renuente a embestir, que dio escaso juego. El jabonero lidiado en tercer lugar, sin ser un dechado de clase, metió la cara y siguió siempre los vuelos de la muleta. Con todo, embistió un poco al tran tran y con cierta tendencia a salirse suelto. que sin ser un dechado de poder y claudicante, se vino a las telas y metió la cara humillando aunque con cierta tendencia a salirse suelto. Acabó rajándose. Y el más alto, cuajado y silleto castaño que cerró plaza, embistió con brusquedad, apretó en banderillas, se dolió y luego tras una lidia laboriosa se hizo el amo de la plaza. 

Clemente Hargous, de la Escuela de Nimes, saludó con largas y faroles de rodillas a su oponente, y luego lanceó y pareó con vistosidad. En el tercio final muleteó con escaso fondo. Dió muchos pases, eso sí, pero de forma algo rústica, poco rutilante y por debajo de las condiciones de su oponente. Faena de larguísimo metraje y escaso umensaje, mal rematada con los aceros.

Oscar Da Silva de Escuela de Toledo, también saludó con largas en el tercio a su novillo, al que luego banderilleó siendo revolcado, a pesar de lo cual cumplió con tres pares. Firmó una faena, voluntariosa y tesonera, que no llegó a tomar vuelo. Tampoco tuvo acierto con las armas toricidas.

Alejandro Chicharro, de la Escuela de Colmenar, es un espada de recia constitución. Tuvo la virtud de colocarse siempre bien y echar la muleta por delante y llevar muy enganchado a su antagonista de los vuelos de la misma. Mostró sentido de la ligazón en un trabajo de torero puesto y capaz. Mató de una buena estocada.

Marco Polope,  de la Escuela de Valencia, es un espada de excelente planta que torea por la línea de la verticalidad, la apostura, la expresión y el sentimiento. Firmó una faena expresiva y de buen corte, aunque algo fría.

Abel Rodríguez, de la Escuela de Castellón, no fue capaz de sobreponerse a las muy adificultosas condiciones de su oponente, y acabó pasando las de Caín. 

Cronica de E. Amat

Fotografias de Mateo de Tauroimagenplus.com