Domingo, 20 de marzo de 2022. Plaza de toros de Castellón. Media entrada en tarde con lluviay aire muy molesto para el torero. Toros de Victorino Martín, de correcta presentación y juego manejable.Miguel Ángel Perera, (verde y oro) saludos tras aviso, silencio tras aviso y saludos. Emilio de Justo (negro y oro), saludos, tras aviso, saludos tras aviso y silencio.Actuó como sobresaliente Enrique Martinez Chapurra Rey (nazareno y oro).Entre las cuadrillas saludaron tras banderillear Juan Sierra y Curro Javier. Lidió con templanza Javier Ambel. Presidió Antonio Aguilar. Pesos de los toros por orden de lidia: 567, 559, 539, 514, 503 y 544kilos.
Enrique Amat, ValenciaA pesar de que siguió el frío, el viento y la lluvia, se pudo celebrar el festejo de apertura de la feria de la Magdalena de Castellón.
Este año, por mor del calendario gregoriano, acabó Valencia y empezó Castellon al día siguiente. Por una vez, y sin que sirva de precedente, no ha habido coincidencia de fechas y los aficionados que así lo deseen, van a poder presenciar los dos ciclos.
Para dar el pistoletazo de salida a la feria se decidió anunciar el hierro de Victorino Martín. Una ganadería que tiene muchísimo predicamento en toda España en general y en Castellon en particular.
Tras dos años sin Magdalena que echarse a la boca, aunque eso sí, habiendo podido presenciar un ciclo ferial en el mes de junio del año pasado, volvieron los toros a la plaza de Castellón. Donde, a pesar de la pandemia, la empresa ha tenido el gesto de tirar para adelante y programar una feria al uso, con ocho festejos en la cartelería, al margen de los populares. Un gesto valiente, y digno de loa. Máxime teniendo en cuenta la que está cayendo y lo que queda por caer. De agua y otras cosas.
Y lo cierto es que el balance del festejo que abrió la feria resultó decepcionante
Los toros de Victorino Martín, bien presentados, no lucieron en el caballo y dieron un juego no más que manejable. Escasos de poder, aburrieron a la concurrencia que terminó por impacientarse.
Feo, largo, apretado de carnes, y engatillado cuerna el que abrió plaza, que fue aplaudido de salida. Metió la cara en el capote humillando y repitiendo aunque echó las manos por delante. Gazapeó tras un refillonazo en varas Y llegó al tercer al final muy resentido, escaso de fuerza y queriendo más que pudiendo. Tuvo un gran fondo de nobleza, humilló y repitió las embestidas siguiendo siempre los vuelos de la muleta. La pena es que le faltó un tanto así de poder y transmisión.
Abanto de salida el cárdeno y también ofensivo por delante segundo, que echó las manos por delante y quedándose corto en el capote. Perdió las manos tras el primer y único refilonazo que recibió. Luego no regaló ni una sola embestida. Humilló, pero siempre cortando los viajes, sabiendo lo que se dejaba detrás, quedándose debajo de la tela, y sin emplearse. No fue, ni mucho menos, un toro fácil. Al menos metió los riñones aunque se quiso quitar el palo en el exiguo puyazo que recibió el más terciado tercero. Luego, sin estar sobrado de fuerzas, tuvo la virtud de la fijeza y el humillar en sus embestidas.
Vareado y asaltillado de hechuras como sus hermanos el cuarto, quecse durmió en el peto y se dejó pegar, si bien luego salió del encuentro escaso de gas y de poder. Tuvo nobleza y bondad. El cárdeno entrepelado quinto, más bajito, apenas sangró para un anàlisis. Protestado, cortó los viajes en banderillas. Noble, claudicante y escaso de gas, no dijo nada. Y el cierra plaza fue el único que entró dos veces al caballo de todo el encierro. Luego embistió al paso, sin emplearse, sin celo ni bravura.
Miguel Ángel Perera, entendió a la perfección al primero, al que muleteó fuera de la rayas con templanza, sometimiento y llevándo siempre muy cosido en los vuelos de la muleta al toro. Le pulséó y lo embarcó. Una faena de gran limpieza y técnica, a la que le faltó un punto de emoción. Y que tuvo mucho más de metraje que de mensaje. Mató de media trasera, tendida y desprendida.
También trasteó fuera de la rayas al tercero, en otra labor de largometraje en la que sobresalió al correr la mano y firmando muletazos largos , templados y siempre rematando detrás de la cadera. Mato de pinchazo, media y un descabello
Y repitió el mismo argumento que en sus dos anteriores faenas ante el quinto, en otra labor de idéntico argumento, escaso lustre y nulo relieve.
Emilio de Justo ffrmó una faena de meritoria y porfiona a su primero, un astado que se quedaba debajo de las telas. Firme, pisando terrenos de compromiso y robando los muletazos, su faena tuvo la importancia de la seriedad y de estar por encima de su antagonista. Mató de una estocada desprendida.
Compuso la figura ante el cuarto, en un trabajo vistoso, de pulcra caligrafía, sin excesivas apreturas y algo despegado, en el que rubricó las series con pases de pecho sacándose al toro por delante, que tuvieron enjundia. Rubricó su faena toreando al natural con la mano derecha. Pero luego falló con los aceros.
Y se perdió en probaturas ante la nula condición del sexto, hasta que acabó por aburrirse. Después de haber aburrido al público. Volvió a matar a la última.
Cronica de E. Amat
Fotografias de Mateo de Tauroimagenplus









