Viernes, 18 de marzo de 2022. Plaza de toros de Valencia. Lleno en tarde ventosa, con aire muy molesto para el torero. Toros de Victoriano del Río y Toros de Cortes (3 y 5), de correcta presentación y juego tan variado como manejable. Diego Urdiales, (corinto y azabache) saludos y ovación. Jose Maria Manzanares (tabaco y oro), palmas tras aviso y ovacion tras aviso. Roca Rey (rosa y oro), oreja y ovación tras dos avisos. Entre las cuadrillas saludaron tras banderillear Daniel Duarte y Antonio Chacón. Presidió Jesús Merenciano. Pesos de los toros por orden de lidia: 538, 556, 545, 552, 538 y 532 kilos.
Enrique Amat, Valencia
A pesar de que siguió el frío, el viento y la lluvia, se pudo celebrar el sexto festejo de abono de la feria. Y cln todo y lo infernal de las predicciones, se siguen celebrando los espectáculos con normalidad. Mañana, con un poco de suerte, terminará la feria y se habrán podido celebrar los ocho festejos previstos. Dios aprieta, pero no ahoga. Los aficionados se lo merecen.
Se anunciaba el segundo gran festejo del ferial, y en esta ocasión sí que se llenaron los tendidos. A pesar de las alarmantes predicciones meteorológicas y el alza, por otra parte lógica, de los precios, visto como se está poniendo la cesta de la compra, parece que han retraído a los aficionados para acudir en mayor medida a la plaza. Se esperaba más, sobre todo el jueves,después de dos años de sequía, teniendo en cuenta la bondad de los carteles que se ofrecían. Pero bueno, estamos viviendo una nueva situación, y todos los estamentos de la fiesta tendrán que reflexionar y acomodarse a la nueva situación.
Después del paseíllo, se guardó un minuto de silencio en memoria de Paco Ferri, asesor de la presidencia y componente de la tertulia taurina del ateneo mercantil de Valencia
Los toros de Victoriano del Río, correctos aunque algo desiguales de presentación, al menos resultaron manejables y elevaron el nivel ganadero respecto al día anterior.
Bien presentado y con el suficiente trapío el que abrió plaza, que se desplazó y repitió las embestidas. Sin ser nadie, sirvió para su matador aunque tuvo poca importancia. Descarado de cuerna y ofensivo por delante el segundo, que tuvo buena condición aunque escaso poder. Habia que llevarle muy tapado y muy toreado. Con más volumen, fue vino por ahí, dejándose y manejable, aunque sin terminar de romper.
Poco le castigaron al tercero, que tuvo mucha alegría y prontitud en el tercio final. Fue muy aplaudido en el arrastre. El cuarto se medio dejó, pero siempre esperó y a mitad de la faena le pegó una voltereta a su matador. Luego se puso a la defensiva y se quedó muy corto. Excelente la condición del quinto, que se empleó en varas y tuvo mucha alegría en banderillas. Siempre quiso, embistió y obedeció los toques. Con fijeza y obediencia a los toques, fue un excelente toro. El sexto, descarado de cuerna lo que tapaba su escaso cuajo, huyó hasta de su sombra. Costó mucho banderillearlo porque se refugió en tablas. Luego, fue y vino por ahí, distraído y sin mucho celo. A mitad de la faena se rajó.
Diego Urdiales muleteó con compostura, clasicismo y buen aire a su primero, en una labor suficiente y cumplidora pero que no acabó de tomar vuelo. Y lo intentó ante el cuarto, que le pegó una voltereta que pareció herirle en el gemelo de la pierna derecha, aunque por fortuna no llego a propinarle la cornada. Luego, su oponente se quedó muy corto y no tuvo opciones de remontar. Mató de una estocada delantera y habilidosa.
Jose Maria Manzanares entendió bien a su primero, al que firmó una faena en la que dió muletazos de empaque y bien corte, que llegaron a los tendidos, a pesar de ser muy molestado por el viento.
Atacó mucho de salida al excelente quinto, al que toreó con impronta, con sentido de la puesta en escena, en una labor que tuvo mucha plástica y estética, pero en la cual no terminó de romperse con el toro. Falló con las armas toricidas.
Roca Rey lanceó con vibración y espectacularidad a su primero, frente al que abrió el trasteo en el platillo sin probaturas, toreando con la mano izquierda y aprovechando la repetidoras embestidas de su oponente. Faena intensa y extensa, que tuvo mucha comunicación con los tendidos y en la que tuvo la lucidez de intercalar pases cambiados para calentar a los aficionados.Mató de una estocada atravesada que escupió el toro.
Abrió genuflexo su trasteo al cierra plaza, Su labor, siempre comunicativa, fue perdiendo en intensidad, aunque apretó el acelerador y aumentó la tensión a base de cercanía de terrenos. Falló a espadas y no tocó pelo.
Cronica de E. Amat
Fotografias de Mateo de Tauroimagenplus.com







