Miércoles, 23 de marzo de 2022. Plaza de toros de Castellon. Floja entrada en tarde fría y lluviosa. Novillos de Polo Saiz, bien presentados, de variados en sus pelajes y excelente juego. Borja Escudero (verde y oro), silencio tras dos avisos. Manuel Caballero(marino y oro), vuelta por su cuenta tras aviso. Aaron Rull (verde y oro), oreja. Jarocho (malva y oro), vuelta por su cuenta tras aviso. Lenny Martin (celeste y oro), silencio.Javier Aparicio  (sangre de toro  y oro) oreja tras aviso.  Presidio Vicente Oliver.

Enrique Amat, Castellón 

A pesar de la amenaza de lluvia, y del día desapacible, se pudo celebrar la segunda novillada de promoción programada dentro del ciclo magdalenero. Lo cierto es que fue un lujo para la aficionado poder almorzar con los integrantes de la peña “En Legitima Defensa”, pasear por las calles de la ciudad, tomar el aperitivo en sitios emblemáticos acompañado de buenos aficionados del Club Taurino de Castellón, visitar la exposición de Alfonso Rey en el Hotel Mindoro, compartir mesa y mantel y luego acudir a la plaza.

En este segundo festejo de promoción se lidiaron erales de Polo Saiz. Los astados procedencia del Marqués de Domecq dieron un excelente juego.

Bien presentado el burraco primero, que se movió y se desplazó aunque a veces perdiendo las manos. Siempre quiso, aunque claudicante. Excelente el castaño segundo, que tuvo fijeza y metió la cara humillando y repitiéndo. Tuvo muchísimo al tranco el negro tercero, que repitió incansable las embestidas. El castaño cuarto fue devuelto y sustituido por otro sobrero de la misma ganadería. Salió abanto y distraído de chiqueros,  si bien luego metió la cara con son, siempre queriendo coger las telas aunque soltando la cara.

Repetidor y con clase el castaño quinto, que metió la cara y obedeció a los toques, humillando y con mucha clase. Y el también castaño y girón sexto, algo abanto de salida, se empleó en los engaños y repitió incansable de sus embestidas con fijeza, clase y transmisión.

Borja Escudero. de la escuela taurina de Arles, muleteó con oficio, sentido de la colocación y del temple en un trabajo de buen corte,  de torero puesto y con oficio aunque no terminó de coger vuelo.

Manuel Caballero, de la escuela taurina de Albacete, e hijo del matador de toros del mismo nombre, se mostró como un coletudo puesto y con oficio, sobrado de preparación. Firmó una labor de mucho metraje y no escaso mensaje, de torero preparado para mayores empresas.

Áaron Rull la escuela de Castellon, firmó una labor con entrega y siempre queriendo, interpretada en el platillo. Trasteo afanoso y voluntarioso,  que estuvo bien rematado con los aceros.

Jarocho, de la escuela taurina de Salamanca, saludó con tres largas de rodillas a su oponente. Muleteó con sentido  de la ligazón y el temple a su oponente, en una labor de buen concepto que estuvo mal rematada con las armas toricidas.

Lenny Martin, de la escuela taurina de Beziers, le dio muchísimos pases a su excelente oponente, en una labor de largometraje y escaso mensaje, voluntariosa y porfiona pero en la que no estuvo a la altura de lo que mereció el novillo.

Javier Aparicio sufrió una cogida al saludar con el capote a su antagonista. Luego, a pesar de la lluvia y del pésimo estado del piso, trasteó con ligazón en un trabajo que tuvo mucha comunicación con los tendidos.

Cronica y fitografia de. E. Amat