Sábado, 3 de julio de 2021. Plaza de toros de Bocairent. Lleno del aforo permitido en tarde espléndida y calurosa. Toros de Los Espartales para rejones, lustrosos y de gran juego y Domingo Hernández Garcigrande, bien presentados y en general manejables. El rejoneador Diego Ventura, dos orejas y oreja.Cayetano (celeste y azabache), saludos tras aviso y oreja. Miguel Tendero (malva y oro), palmas tras aviso y dos orejas. Actuó como sobresaliente Jorge Martinez Paquiro (tabaco y oro), atento y bien colocado. Entre las cuadrillas lució con los palos El Ruso. Presidió la concejala de cultura del ayuntamiento de Bocairent Mari Luz Pascual Soler.
Enrique Amat, Bocairent 
La plaza de toros de Bocairent abrió sus puertas para ser marco de una corrida de toros organizada por la empresa Bous al Carrer al frente de la cual está Gregorio de Jesús. El esfuerzo de Gregorio y su equipo hizo posible la celebración de este festejo, lo que es digno de alabanza en estos momentos de crisis y pandemia
La plaza se llenó en su totalidad dentro del aforo permitido en tarde espléndida y de mucho calor. Una magnífica entrada y ambiente de gran acontecimiento, con un público entusiasta y con enormes deseos de pasarlo bien. Ya era hora de vivir estas experiencias después de tantos meses de confinamiento.
De los toros de Los Espartales para rejones, lustre y romana tuvo el buen primero, quien dió un juego excelente. Galopó incansable tras las cabalgaduras, dejó llegar y obedeció siempre con templanza. Y el asimismo lustroso cuarto también estuvo a la altura de las circunstancias. Persiguió las cabalgaduras con ahínco y fijeza, mientras le duraron las fuerzas. Dejó llegar mucho y no paró de embestir.
De Domingo Hernández fueron segundo y tercero. El segundo, apretado de carnes, se dejó pegar en el caballo pero llegó al tercio final claudicante y muy justo de fuerzas. Se derrumbó varias veces durante la lidia, aunque tuvo un fondo de nobleza. El castaño tercero, largo y silleto, hizo sonar los estribos en varas. Tuvo motor, movilidad y temperamento en la muleta, aunque con el defecto de salirse suelto de los embroques y buscar la huida a tablas.
Y de Garcigrande quinto y sexto. El descaradito quinto apretó ya con el capote de salida, y renegó en varas, cabeceando y saliéndose suelto. Apretó en banderillas y luego llegó al tercio final sobrado de movilidad, y repitiendo las embestidas aunque con el defecto de soltar la cara. Y al cierra plaza tampoco le faltó cuajo. Se salió suelto del caballo. Con todo, luego se desplazó con nobleza por los dos pitones, aunque le faltó un fondo de raza y de romper hacia delante.
El rejoneador Diego Ventura quien es uno de los jinetes más destacados de su escalafón, clavó dos rejones de castigo a su primero, al que toreo de salida con la grupa. Clavó banderillas dejando llegar mucho, al estribo y exponiendo, galopó a dos pistas dejando llegar y levantó a los espectadores de sus asientos con una actuación temperamental y completa. Clavó las cortas al violín a lomos de Remate y mató de un rejonazo de efectos fulminantes. 
También lució a lomos de Velásquez, Bronce, Guadiana y Guadalquivir frente a su segundo, en otro trabajo en el que volvió a lucir al banderillear  el quiebro, en sus piruetas y requiebros en la cara del toro, clavando a dos manos y formando un auténtico alboroto.
Por su parto Cayetano quien ya había toreado en un festival en esta misma plaza, sobresalió por su templado y acompasado manejo del capote ante su primero. Luego, su labor con la muleta, limpia, compuesta y de buen gusto, no pudo tomar vuelo ante la endeblez de su antagonista.
Lanceó movido aunque su segundo, que le apretó mucho y le hizo tomar el olivo. Luego aprovechó la movilidad de su oponente para firmar un trabajo de buen corte, en la línea del clasicismo, muy ligado y con gran eco en los tendidos.
El manchego Miguel Tendero ha vuelto a la actividad después de haber pisado todas las ferias y ahora se encuentra en una fase de recuperación. Vibrante y emotivo fue su saludo capoteril al tercero, al que lanceó con variedad y vibración. Con la muleta tuvo la virtud de ligar los muletazos en un palmo de terreno. Le dejó siempre la muleta puesta en una labor de excelente nota, aunque la malogró con un muy deficiente manejo de los aceros.
Y volvió a exhibir la virtud de la quietud y dejar siempre la muleta puesta a su oponente, En una labor entonada ligada, en que se le vio con sitio y sobrado de disposición. En esta ocasión sí que acertó con las armas toricidas.

Cronica de E. Amat

Fotografias de . Pascual Richart de . ( Asociacion Nacional de Fotografos Taurinos )