Enrique Amat

El pasado 14 de mayo debutaba con picadores en Casas Ibáñez un torero de dinastía. Hijo del matador de toros Manuel Caballero, quien cerraba ese dia su singladura en la escuela de Albacete.

“ Fue otro paso en mi carrera. Después de haber estado en la escuela, era un nuevo objetivo que tenía que cumplir. Yo estoy muy feliz, disfruté mucho, fue un sueño cumplido. Creo que pasé la prueba con creces. La novillada sirvió, tanto los de Alcurrucén cómo lo del Cortijillo. Y alterné con dos perros de presa, como mi compañero Alejandro Peñaranda y con el líder del escalafón Víctor Hernández. La verdad es que la novillada sirvió mucho y ninguno de nosotros tres nos dejamos ganar la pelea. Y fuimos al máximo, como se debe ir. Yo corté tres orejas, disfruté mucho y estoy muy satisfecho.”

Su padre estuvo en la plaza, aunque él le gusta estar al margen.

“Así es. Vino a verme pero no se hizo presente. Estuvo por ahí escondido, tapado. El me deja a mi aire cuando toreo. Mi padre es más de estar conmigo en el campo, sobre todo en los tentaderos, y cuando entreno en casa, está conmigo, pero a la plaza no le gusta. Porque sobre todo lo que quiere es que yo desarrolle mi concepto y no quiere ser el típico padre pesado que anda por ahí en medio. En el campo sí, en la plaza no. Se queda al margen. Eso sí, tanto en el campo como los tentaderos estamos juntos, el me enseña, me transmite sus enseñanzas y sus conocimientos, me corrige. Pero luego cada uno debe seguir su personalidad. Él me dice que debo volar solo, ser yo mismo, y analizar las cosas y de todo lo que me suceda ir aprendiendo. Está a mi lado, pero no sé quiere inmiscuir luego cuando estoy en la plaza.”

Cuando le comunicó que quería ser torero, cuál fue su reacción.

 “Yo al principio casi que me escondía y no le decía nada. Luego, claro, se enteró y en principio no le gustó, no es lo que él hubiera querido. Pero bueno, lo aceptó y entonces me puso a prueba para ver si iba en serio. Me puso a prueba en lo que es la preparación, la exigencia. Me llevó a alguna ganadería para que me pusieran delante de dos o tres vacas de estas viejas a ver si de verdad quería ser torero. Y respondí. Y entonces él ya aceptó mi decisión. Esto es muy duro y largo. Yo todavía estoy en el cascarón. Me quedan millones de pruebas por superar, lque hay que ir afrontando a base de esfuerzo y sacrificio. Pero yo he demostrado que quiero ser torero.”

Y su primera etapa fue en la escuela taurina de Albacete.

“Con Gonzalo González y con Sergio Martínez. Ahí aprendí las bases de la tauromaquia y de la vida misma. Me ayudó a desarrollarme, a aprender cómo se debe ser dentro y fuera de la plaza. A adquirir el compromiso con los compañeros, con la profesión, a saber lo que significa ser torero. Aprender la técnica, a torear de salón. A ser yo mismo. A conocer la verdad del toreo. Da mucho la escuela, yo he aprendido mucho.”

Y aparte de la técnica, el respeto y la cultura del esfuerzo.

“Sí, eso parece que es un intangible pero eso es lo principal. La actitud, el compromiso, el respeto al toro, al público, a tus compañeros y a ti mismo. Dignificar la profesión y sacrificarte al máximo. Esta una profesión muy bonita pero muy exigente y hay que saber estar a la altura.”

Por esta zona ha toreado tanto en Valencia como en Castellón y la gente estuvo con usted.

“El año pasado en noviembre maté un novillo complicado de Fuente Ymbro en Valencia y estuve a la altura. Este año en Castellón, en la Magdalena, en una tarde de lluvia, también me sirvió mucho hacer el paseíllo en esa plaza. Yo me siento muy a gusto en la costa. El público levantino es un público que es muy torerista, que sabe disfrutar de la fiesta. Y yo me he sentido muy afortunado de pisar esas plazas a las que espero volver pronto.”

Porque Valencia es casi como el patio de su casa para los toreros de Albacete. Pedrés tomó aquí la alternativa, Dámaso González fue un ídolo, su padre tuvo un gran cartel.

Así es. Siempre han encajado allí los toreros de Albacete. Han estado muy a gusto y la gente les ha entendido. Como bien dices, Albacete ha sido muy valenciano. Dámaso González, me han contado que era un Ídolo en Valencia. Iba a todas las ferias y la gente estaba con él. Pedrés por supuesto y a mi padre también le trataron con mucho cariño siempre en esa plaza.”

Y su padre le habrá transmitido muchas cosas.

Por supuesto. Yo de él he aprendido mucho. He convivido mucho con él. Es mi padre y él, sobre todo, es un torero que ha tenido una extraordinaria técnica y un gran sentido del temple. El me transmite muchas enseñanzas. El amor a la profesión, el torear también con gusto, el aprender a leer el comportamiento de los animales. Muchas enseñanzas. Pero, sobre todo, también me dice que me fije no solo en él, sino en todos los toreros. Que de todos los que se visten de luces. de cualquier categoría, hay que aprender.”

Albacete y el temple van de la mano.

Pues parece que sí, algo de eso hay. Es increíble, pero los toreros de Albacete tienen ese sentido del temple. Y ya digo, no solo los matadores de toros, sino hasta mis propios compañeros de la escuela. El temple es algo que no es fácil. Para mí consiste en acomodar la velocidad que tú quieres al toro, y torear como tú lo sientes. El toro debe acompañar, pero haciendo y ayudando tú al toro. Y el temple es eso, marcarle la velocidad al toro. Un temple que se pierde y se recupera. Es el toque y es crucial. Pero hay veces que por temas personales no te acoplas y no estás a gusto con un toro. Pero el que lo tiene, lo acaba sacando.”

Para torear con temple, hay que tener mucho valor.

 “Y tanto, porque es lo que más hay que tener. Para pasarse un toro por la barriga y por debajo muy muy despacio, y durante mucho rato, hay que tener ese valor. Tienes un riesgo, pero es lo más gustoso en la vida. Ir tirando del toro despacio, y pasándotelo por delante, sometiéndole y ayudándole a romper. Hay que tener técnica y valor, eso es la base de la tauromaquia.”

En su corta experiencia habrá tenido mejores y peores tardes.

“Yo recuerdo con especial ilusión una que tuvo lugar en un recinto que se montó en la feria del ganado de Salamanca. Era una plaza muy grande y con muchísimo ambiente. Y allí me sentí muy torero. Y una tarde mala fue en Las Mesas, en un festival sin picadores. Salió un novillo muy complicado y al final pude resolver, pero me hizo pasar un rato que no fue muy agradable.”

Aunque todavía está empezando y le queda mucha “mili” por cumplir, igual tiene un cartel soñado para la alternativa.

“Una plaza para ese día sería la de Alicante. Es una plaza que me hace ilusión porque tiene un ambiente muy especial, la gente es fantástica. Además, debuté allí en público, fue la primera vez que me puse delante de un animal ante el publico y corté las dos orejas y el rabo. Y en cuanto al cartel, el padrino me gustaría que fuera Manzanares, por el cariño y la admiración que le tengo. Y de testigo, había tantos y tantos toreros con los que me gustaría alternar, que no sé ahora a cuál elegir. Y de ganadería, una que embista, que tenga mucho motor, porque hoy día para cortar orejas los toros deben tener mucho motor. La de Alcurrucén por ejemplo.”

Su padre le ha dicho que Albacete es una plaza a la que hay que respetar tanto o más como si fuera Bilbao o Madrid.

 “ Por supuesto, porque aparte de ser la plaza de la tierra de uno, Albacete siempre ha sido una afición muy exigente con sus toreros. Hay que respetar la plaza, a tu gente, donde te has criado, y eso impone y es una responsabilidad complementaria. Eso sí, los aficionados de Albacete son muy fieles con sus toreros. Nos siguen a todas partes, nos admiran y nos ponen en valor. Pero por eso nos exigen tanto, para ver si luego nosotros somos capaces de estar a la altura del cariño que ellos nos dan.”

Y usted qué les va a dar a los aficionados de Albacete.

“Bueno, yo intento buscar hacer el toreo como lo siento. Por supuesto, tengo cosas de mi padre, porque lo he visto en el campo, en vídeo, y aprendo mucho con él. Pero yo cojo cosas incluso de los chavales de la escuela, aparte de los toreros consagrados. Por supuesto yo tengo espejos y referencias. Cómo no hablar de toreros como Antonio Ordoñez, de Manzanares padre e hijo, de El Capea, Julio Robles, Alejandro Talavante. Todos los que han llegado a figuras es por algo y han tenido virtudes para hacerse figuras del toreo y de ellos hay que aprender y disfrutar.”

La relación con sus compañeros.

“ Cuando he estado en la escuela es de amistad, por supuesto, porque convives mucho con ellos, pasas mucho rato juntos entrenando, en la plaza, en tentaderos, pero luego tentre nosotros tenemos una gran rivalidad. Dura, pero sana. Somos peleones, porque no nos queremos dejar ganar la pelea por el otro. Cada uno sale a resolver, a morder, pero dentro del respeto.”

Usted es de los que no descuida los estudios.

Pues no. Estoy en primero de Magisterio de educación primaria. Y estoy muy contento. La verdad es que hay tiempo para todo. Si te compaginas bien, encuentras momento para hacer todo. Eso sí, hay que sacrificarse y debes prescindir de muchas cosas. Mis padres me metieron esto en la cabeza y no puedo dejar de agradecérselo. Que estudiase, me insistían. Me han guiado por la senda de los estudios. Y es que, tal como está la vida, hay que tener una base académica para el día a día. Aunque luego no vayas ejercer esa profesión. Pero es importante para desenvolverte en la vida, para comunicarte, para dar una imagen. No hay que descuidar los estudios, ni la preparación como torero.”

Sobre todo, ahora, que el 12 de junio viene la corrida de Asprona. 

Es una gran responsabilidad, grandísima. Pero también un privilegio y una ilusión. Yo lo estoy llevando muy bien. Disfrutando del momento, mentalizado y muy preparado. Es un sueño. Cómo no va a ser un sueño torear en Albacete, en una corrida tan bonita como la de Asprona, y con dos toreros tan importantes como Morante de la Puebla y Paco Ureña. Y luego una corrida de la tierra como la de Daniel Ruiz. Es un compromiso, pero yo lo asumo bien. La verdad es que yo he sido para todo esto un poco sinvergüenza. No tengo miedo escénico. Trato de afrontar las cosas con calma. Y vamos a ver si todo sale bien, con calma, pero con exigencia y esfuerzo.”

Cronica y entrevista de E, Amat

Fotografias de Mateo de Tauroimagenplus.com