Sábado 24 de septiembre de 2022. Plaza de toros de Algemesi. Lleno en tarde entoldada. Novillos de Torrestrella, bien presentados y de muy variados pelajes, nobles aunque no anduvieron sobrados de raza. Miguel Senent Miguelito (blanco y azabache), ovación y vuelta tras petición. Arturo Gilio (verde y oro) palmas tras aviso y oreja. Actuó como sobresaliente Sergio Salas El Pijorro (malva y plata). Entre las cuadrillas sobresalió tras banderillear al segundo Juan José Dominguez. Presidió la alcaldesa de la ciudad Marta Trenzano.
Enrique Amat, Algemesí
Después de dos años sin celebrarse por tema de la pandemia, volvió la tradicional setmana de bous de Algemesi. En esta ocasión, cuando en las campanas de la basílica de San Jaime sonaron las seis de la tarde, que no las cinco y media como era tradicional, la alcaldesa de la ciudad Marta Trenzano exhibió el pañuelo blanco en la balaustrada del palco, situado en la casa consistorial, para que comenzase el primer paseillo de esta feria.
La ciudad es ya un hervidero de peñas, aficionados, lugareños y visitantes, gente con tremendas ganas de vivir la fiesta en el más ampliado sentido de la palabra. La Banda sinfónica de Algemesi hizo el tradicional pasacalle por la calle Montanya, hasta llegar a la plaza de toros. Los tendidos del singular palenque algemesinense se llenaron con el colorido habitual y con mucha gente joven en ellos. Color, algarabía e ilusión.
Los novillos de Torrestrella, elegidos para la ocasión, sobrados de cuajo y variados de pelaje, no terminaron de romper. Abrió plaza y feria el burraco de nombre Lector, marcado con el número 35. Un ejemplar bien hecho, sobrado de cuajo y simpático por delante, que galopó con alegría en el capote y se dejó pegar en el caballo. Luego en el tercio final tuvo la virtud de la fijeza y el estar siempre pendiente del torero, aunque sus viajes no fueron excesivamente largos y llevó la cara siempre por encima del estaquillador.
Asomaba más las puntas el segundo, que apretó en el capote y regañó algo en varas. Luego tuvo un comportamiento presidido por la nobleza, si bien no anduvo sobrado de raza y tendió a salirse suelto de los embroques.
Algo bizco el asimismo burraco y cuajado tercero, que también se dejó pegar en varas. Cortó en banderillas por el pitón derecho y luego se fue a los engaños con prontitud y alegría. El espectacular jabonero lidiado en cuarto lugar, también estuvo mucho rato empujando en el caballo, donde recibió un duro castigo. Se dolió en banderillas y en el tercio final embistió por nobleza y bondad, aunque con escasa entrega y sin emplearse.
A Miguel Senent Miguelito le cupo el honor de abrir la feria, tras sus actuaciones en las plazas de Madrid. Saludó con dos largas cambiadas a su primero, al que lanceó con cadencia y luego firmó un trabajo en el que plantó cara con disposición a su oponente, en una labor de buen aire, pero en la que no acabó de haber sintonía entre toro y torero.
Comenzó su faena, de rodillas en el la boca de riego ante el tercero, al que muleteó más asentado y firme, en una labor de buen concepto.
Arturo Gilio, espada mexicano y torero de dinastía, se vio apurado al lancear de salida su primero. Con la muleta mostró oficio, soltura y conocimiento de la profesión. Pisó con firmeza los terrenos y anduvo por encima de las condiciones de su antagonista, en un trabajo de frescura de ideas y recursos, en el que hubo comunicación con el público. Con todo, por momentos se amontonó, y al final acabó fallando con las armas toricidas.
También se le vio firme, solvente y ha sentado antes cierra plaza, en una labor en el que supo sacar los muletazos a su antagonista. Mató de una buena estocada.
Actuó como sobresaliente Sergio Salas El Pijorro de Sanlúcar de Barrameda y cuyo debut con picadores se remonta al año 2010, en la plaza de toros de Camas.
Cronica de E. Amat
Fotografias de Mateo de Tauroimagenplus.com








