Borja Ximelis y Santiago Esplá salen en hombros en Alicante gracias a un presidente debutante y facilón.

Alicante, 26 de junio.
Sexta y última de abono de la Feria de Hogueras.
Entrada. Menos de media plaza
Novillos de Zacarías Moreno, de correcta presentación y juego desigual. Enclasado, el 1º; deslucidos, 2º y 6º; manejable, el 3º; bravos, 4º y 5º. A éste, Chupito-47, se le dio la vuelta al ruedo.

Borja Ximelis (de azul pavo y oro), ovación y saludos, y dos orejas.
Santiago Esplá (de carmín y azabache), ovación y saludos tras aviso, y dos orejas
Borja Escudero (de grana y azabache), oreja, y ovación y saludos tras aviso.


Cronica de Miguel de Clara
Foto: Antonio Vigueras

Tres horas después de que se abriera el portón de cuadrillas salían Borja Ximelis y Santiago Esplá por la Puerta Grande de Alicante gracias a la generosidad de un presidente de cuyo nombre no quiero acordarme. Usía podía haber seguido dadivoso y haber sacado el pañuelo para que Borja Escudero acompañara a los otros dos alicantinos en su salida triunfal. ¡Ay, señor presidente!. Qué mas daba. Su racanería impidió la fotografía triunfal. La que todos estaban esperando. ¡Qué imagen birló a los fotógrafos!. ¡Tres novilleros alicantinos por la Puerta Grande!. La próxima vez, por el prestigio de esta plaza o por lo que va quedando de él, mida las veces que saca el pañuelo. El de Alicante es un coso con más de cien años de historia. Talanqueras, no he visto ninguna cerca de la Plaza de España. O, al menos, eso creo.

Nada va en contra de los novilleros, que hicieron lo que pudieron y supieron teniendo en cuenta lo poco toreados que están y la bravura de la novillada de Zacarías Moreno. Pero el presidente, de cuyo nombre sigo sin querer acordarme, está para algo más que regalar trofeos.

Borja Ximelis, bullidor en banderillas, toreó a media altura a su primero. No llegó a bajarle la mano, como exigía el de Zacarías Moreno, en una faena sin armazón. Sí toreó con profundidad al cuarto, al menos en una tanda en redondo. Al natural, le faltó ajustarse con el utrero y se perdió en un sinfín de pases. Hizo guardia al entrar a matar y ¡oh! dos orejas. Gracias, presidente.

Santiago Esplá se las vio en primer lugar con uno de los dos novillos deslucidos. No llegó a humillar. Le faltó fijeza. La disposición del novillero, que no perdió la compostura, no encontró colaboración en el utrero. El bravo quinto le exigió en banderillas y Esplá salió airoso. Había que someterlo por abajo en la muleta y lo hizo por ambos pitones, en los mejores momentos de la tarde. Se le atascaron la espada y el descabello pero ahí estaba el presidente, atento al quite, para concederle las dos orejas.

Borja Escudero, como Esplá, debutó en Alicante. Gustaron su maneras en el tercero. Sentido del temple y gusto exhibió. Solventó la papeleta con dignidad frente a un manejable novillo. El sexto, que soltaba la cara, no era el más apropiado para quien empieza. No llegó a bajar la muleta como pedía el novillo. Le faltó compactar la faena. Como sus compañeros, no anduvo fino con los aceros. Pero esta vez no acudió el presidente en su auxilio y tuvo que abandonar el coso por la Puerta de Cuadrillas. Justo el sitio por donde había salido 180 minutos después.